21.1.05

El Tiempo en un grano de arena

En un instante, mi estómago se estremeció. Un tirón gravitacional contrajo mi cuerpo hasta una magnitud cuántica. Todo a mi alrededor se estiraba hacia mí, mientras yo me iba convirtiendo en un agujero negro. La realidad adquiría una luminosidad hiriente y por un momento pude observar en todo su esplendor la magnificencia fractal del Universo: sus volutas recursivas, su entropía aumentando inexorablemente, las galaxias esparciendo su energía, el caos aprovechando cada microrrealimentación para que una mariposa en Tokio provocara tormentas en Ámsterdam, todas las escalas del cosmos autoorganizándose armónicamente en un vals de comportamientos emergentes, los cuerpos muertos y los todavía no nacidos... una apología del alma y todo el tiempo en un grano de arena. Uno de la playa de San Juan, para ser exactos.

-Vuélveme a besar, por favor -fue todo lo que acerté a decir.


(Ganador del IV Concurso "Cuentos Menudos" de Narrativa Hiperbreve a través de la Red de la Universidad de Alicante)

3 comentarios:

Daniel Ripollés dijo...

Precioso. Creo que me lo habías pasado alguna vez, pero no pierde fuerza.

Snif, qué bonito :)

Mars Attacks dijo...

Un compendio de las ideas infumables que pueblan o poblarán mis entradas del blog, tejidas en forma de poesía. Solía decir que su amor me hacía sentir como una central termonuclear de energía; me sentía con fuerzas de aguantar la bóveda celeste para ella si hiciera falta, de traerle la Luna o de construirle otra para ella sola.

Sólo he vuelto a sentir esa magia una vez más, escuchando a medias una noche "Change The World", de Clapton. Pero esa magia, irónicamente, fue un truco de ilusionismo por parte de la Vida (qué cruel es a veces). Hizo un juego de manos y desapareció. Dijo que el espectáculo debía continuar. Y continuó, pero a mí ya no me interesaba el resto...

Mars Attacks dijo...

Se agradece. Muy chulo lo del Blake, me pregunto si a él también le dejó la novia ;-)
Deja de leer y ponte a escribir, que ya toca.