28.2.07

Hay una araña en mi coche (Esta mañana me he levantado...)

Lo sé porque me la encontré una vez, hace algunos meses. Iba a bajar del coche, y se descolgó unos centímetros por el parasol. Me asustó un poco, porque era de las de cuerpo gordito, de poco más del tamaño de la uña del dedo meñique.

Me pilló tan fuera de juego que ni siquiera pensé en sacarla del coche. Desde entonces no la he vuelto a ver, aunque sé de su presencia porque de vez en cuando veo algún hilillo por el parabrisas que hace reflexiones bonitas cuando paso por debajo de alguna farola o cuando el sol lo alumbra.

No sé si debería echarla del coche si la encontrara; en realidad, le tengo bastante miedo a las arañas (y a los bichos en general, como la mayoría, supongo), ese miedo primigenio e irracional aunque, a poco que lo pienses, en una confrontación araña vs. Emilio, yo me llevaría poco más que una pequeña alergia por una picadura y la araña moriría aplastada por un mastodonte de unos setenta kilos. Más bien tendría que tener miedo ella.

De todas formas, creo que la dejaré en el coche, si no se ha ido ya. Supongo que tendrá comida asegurada; teniendo en cuenta que no he limpiado ese trasto desde que lo compré, y de eso hace ya la tira, lo que me sorprende es que no hayan crecido tiranosaurios y velocirraptores por ahí. Igual los hay.

Hablando de arañas, es un poco frustrante pensar que "de mayor, quiero escribir algún libro", y darme cuenta de que probablemente nunca pueda escribir nada bueno porque me siento incapaz de putear a mis propios personajes. Siempre que lo intento, se me queda el asunto en poca cosa. Y, si consigo putearles un poco, a las pocas páginas ya me noto con ganas de hacerles pasar una buena racha para disculparme un poco con ellos. Así no hay manera.

Quizá los únicos que he conseguido putear más o menos hasta el final sean, justamente, los de los relatos más largos que tengo. En breve iré colgando todo lo que tenía por ahí, aunque muchos no me gusten demasiado a estas alturas. Qué le vamos a hacer, son míos y también los quiero.

Mientras tanto, os dejo con alguien que sí que escribe bien ;)

27.2.07

Visto de alguna forma (A veces pasan cosas)

Visto de alguna forma, representamos una de las escalas de la fractalidad del Universo. Si nos paramos a pensarlo un poco, presentamos una evolución metonímica con las estrellas y planetas.

Cuando nacemos (de un polvo cósmico, jeje), apenas somos pequeñas masas errantes que se dejan arrastrar por lo que hay a su alrededor. Poco a poco, nuestra propia atracción va añadiendo material a nuestras vidas. Crecemos. Nos hacemos más y más grandes, y seguimos girando alrededor de otros centros. Quizá en algún momento dado nos alcance un cuerpo algo más grande de lo normal, y nos rompa un poco. Quizá nos rompa mucho, o incluso termine por deshacernos completamente.

Si hay suerte y hemos desarrollado una pequeña atmósfera que nos proteja, el tiempo mismo se encargará de erosionar esos daños, dejando quizá alguna cicatriz testimonial de que una vez nos golpearon.

Algunos siguen creciendo, y se convierten en fenomenales gigantes (o incluso supergigantes) de gran energía. Otros, desgraciadamente, crecen tanto que terminan colapsando sobre sí mismos y se convierten en despiadados agujeros negros que arrastran y capturan todo lo que tienen a su alcance.

Y mientras tanto, todos los demás actores de esta función van girando a su alrededor. Aunque comiencen como individuos solitarios, poco a poco van formando congregaciones locales; más tarde, atraparán a otros individuos, o serán atrapados por alguna masa más grande. Conforme nos alejemos del tamaño de esta escala, podremos ver cómo se van formando galaxias y cúmulos, grupos con propiedades más o menos homogéneas, grupos que nos parezcan exóticos, etc. Finalmente, con un pequeño salto más, podemos ver todo el Universo de la Humanidad, enclaustrado en un sólo planeta acuoso.

Como en el Universo, son tremendas las fuerzas que se pueden desatar, dado que estamos en constante ebullición: cuerpos que chocan, individuos que salen disparados de sus órbitas, atracciones que cambian, supergigantes que mueven el mundo y agujeros negros que, a fin de cuentas, también mueven el mundo. Todos en constante evolución, todos moviéndose con una cierta armonía.

Se formarán sistemas binarios nuevos, alrededor de los cuales comenzará de nuevo toda la historia. Y, envolviéndolo todo, una cantidad ingente de materia oscura de la que nada conocemos. Podremos predecir algunos movimientos, tener fe en una ciencia que es más cautelosa de lo que pretendemos, pero al final todo es y será un caos, y la entropía podrá con todo: supergigantes desapareciendo en supernovas, agujeros negros desolados y empequeñecidos sin materia que consumir, energía derrochada por doquier, y mucho vacío sin ocupar entre individuo e individuo, galaxia y galaxia.

Visto de alguna forma, representamos una de las escalas de la fractalidad del Universo. ¿No le habéis dicho nunca a nadie que es un sol, la estrella que te guía, la luna de tu cielo, u os habéis sentido eclipsados, atrapados o en medio de la nada más absoluta?

23.2.07

Killing Me Sofy (Esta mañana me he levantado...)

No sé muy bien cómo llegamos, pero había un dragón de amenazantes ojos rojos y un todoterreno que me dijo, al apoyarme: "¿Quieres subirte conmigo?". Las cáusticas formaban fractales en algunos cascos, y había un enorme contenedor abierto y lleno de hielo que, misteriosamente, no se deshacía. Había también un filtro rojo sobre una luz de flash que se sumaba al amarillo del faro, el verde del neón, y el azul de otros neones recubiertos; como el resultado iría sobre un antiguo carrete de diapositivas caducado (que para más mareo se revelaría cruzado), por dos gallifantes, adivinar de qué color saldrá la cara del policía. Del teletransportador pasamos: era bastante chulo, y no cuadraba con el resto. El ingeniero informático del buque pirata no nos prestó atención, pero los mástiles se mecían al ritmo de un vals muy lento. El azul eléctrico inundaba una piscina improvisada con luces entre amarillentas y verdosas. No sé cómo querrán meter las flores gigantes y las otras atracciones en un local pequeño, ni si aquél chino era realmente el bueno, el feo o el malo, pero al menos me alegra que se pueda hacer reír a una persona con una manopla. Una luna gigante me quería esperar en la vaca del coche de vuelta a casa, aunque al final no pudo ser. Apreté bien los labios y me conformé con el fantasma luminoso de las edificaciones industriales lejanas. Una vez en casa, me doy cuenta de que he olvidado por completo una surrealista e importante historia que quería haber escrito en el blog. Lástima.

20.2.07

Llevar la razón (A veces pasan cosas)

Von Housen¹ decía que todos los que comienzan sus escritos con un "Fulanito decía que..." son unos petulantes sin remedio.

Una vez aclarado esto, centrémonos en el tema que nos ocupa: la razón. Si el sueño de la razón produce monstruos, no quiero ni imaginar qué produce el sueño de los monstruos, o si soñarán con ovejas eléctricas. Replicantes o no, a menudo le damos o le quitamos la razón a alguien, o decimos de alguien que ha perdido la razón, o que algo tiene razón de ser, que a alguien le asiste la razón o ha entrado en razón, que no atiende a razones, que se llena o carga de razón, que es razonable, que existe tal razón entre números, o un montón más que podéis consultar aquí. Por último, que alguien lleva la razón. Pero, ¿a dónde se lleva la razón?

Eso me preguntaron inocentemente (con la inocencia de una colegiala a punto de desgarrarse el uniforme para mostrar un picardías negro) hace unos cuantos días. Y, como no lo sabía, he estado investigando a dónde llevaba la razón la gente que llevaba razón. Me imaginaba que la llevarían a alguna especie de depósito de razón, algo así como un banco donde poder invertirla (y al invertir la razón, pues aparece la sinrazón, con lo que, aplicando nociones físicas básicas, razón y sinrazón se anularían mutuamente con una aportación de energía significativa).

Pero parece que no. La gente no iba a ningún lugar en concreto. De hecho, la gente que lleva razón apenas se mueve. Supongo que tienen razón en no moverse. En realidad, para qué. Quizá es que la razón pesa mucho. Lo que se llama una razón de peso, vaya. Fijáos en los jueces, que se suponen que son los que llevan siempre la razón (digo yo, porque, si no, ¿por qué demonios todo el mundo hace caso de lo que dicen? ¿Es que alguna vez han tenido razón con los números de la lotería? ¿Son infalibles? ¿Son inflamables? ¿Son flamables, acaso?). Bueno, no nos desviemos. La razón. Como el periódico. La verdad es que es una palabra que, si la escribes, lees o pronuncias unas quince veces, deja de tener sentido. Suena a "picazón", a "ratón", "tostón", "tazón", "pezón" y cosas así. Aunque esto sigue sin esclarecer a dónde se puede llevar la razón.

Si aplicamos un poco de lógica, la razón debe de tener una suerte de ciclo de reciclaje porque, dado que mucha gente lleva mucha razón a veces (o incluso lleva toda la razón, acaparadores ellos), no habría razón si no volviera al medio ambiente de alguna forma u otra. Eso me dio una pista de a dónde se lleva la gente la razón. Enseguida lo veréis.

Supongamos A y B dos sujetos cualesquiera, pese a sus peculiares nombres. Si partimos de la hipótesis de que A tiene razón y B no, y ambos individuos son mellizos porque el mundo los ha hecho así, y van en pelota picada, no apreciaremos diferencias en ambos. Así que, sea lo que sea la razón, se lleva por dentro. (Si A y B tuvieran razón, A tendría razón y B tendría co-razón; en realidad, ambos llevarán corazón y, aunque hay gente de la que se dice que no tiene, ésa es otra historia que merece ser contada en otra ocasión).

Bien, volvamos a estas diferencias o, mejor dicho, a su carencia. ¿A dónde llevará la razón el sujeto A? Empíricamente se puede demostrar que, tarde o temprano, la llevará al váter. Et voilà! Aquí está el secreto del ciclo de la razón. Con el contacto con el ser humano, la razón reacciona con el cuerpo y se cataboliza en residuos que el portador terminará excretando tarde o temprano, devolviendo de esta forma la razón al lugar del que provino (esos lugares tienen unos cartelitos que ponen "razón aquí"). Al descubrir este fantástico hecho también entendí por fin, por qué tantas veces, como dijo Von Housen², esto de tener razón es una mierda.

¹ No existe el tal Von Hausen, pero necesitaba un nombre para que la frase empezara bien, y en fin, ahora ya lo he dicho yo, así que podéis mentarme a mí (y a la madre que me parió) en adelante.
² Von Housen sigue sin existir. No entiendo por qué te empecinas en creerte todo lo que lees. Ni siquiera entiendo por qué lees, habiendo un cielo tan azul por ahí afuera. Ve y míralo un rato, anda. Es mejor para tu vista.


15.2.07

Sincronismos

Comenzó su relación estrenando un espléndido frasco de colonia, y terminó al mismo tiempo que lo hizo la fragancia. Acababa de inventar, sin saberlo, el primer reloj de colonia de la historia.

14.2.07

San Pequeño Pero Echao P'alante (Esta mañana me he levantado...)

(Fantástica foto sacada del blog de Der Pilgrim)

Felicidades a todos aquellos que necesitan un día especial para acordarse de que tienen pareja. Brindo para que puedan y sepan suplir en este día todas las carencias del resto del año ^_^

13.2.07

El cielo es azul (A veces pasan cosas)

El cielo es azul. Menudo descubrimiento, ¿no? Pues no, pero parece mentira que siempre demos por hecho que el cielo es azul, sin más. ¿Por qué es azul? Bueno, por la composición del aire en las capas altas de la atmósfera y blablabla, que filtra la luz blanca del sol (y de paso, lo hace parecer amarillento). Pero, ¿nos damos cuenta de que el cielo es azul?

Quiero decir... mirad el fondo de esta web. Es blanco. Coged un folio. Es blanco. El fondo de muchísimas cosas en nuestra vida es blanco. Pero si sales a la calle, estás "viviendo" frente a un fondo azul. Cuando bajamos de los árboles hace miles de años, nuestras vidas se desarrollaban por completo bajo un cielo azul. ¿Os imagináis un cielo verde? ¿O púrpura? ¿O amarillo? Teñidlo mentalmente de algún otro color, y veréis que, realmente, el que tengamos un cielo azul es fantástico.

Y no sólo es azul, sino que, si se nubla, entonces pasa a ser blanco (más bien gris) o, dependiendo de la hora, puede ser rojizo, anaranjado o, usualmente, toda una mezcla y gradación del amarillo al violeta oscuro, pasando por el naranja y el rojo, además del blanco, si está nublado. ¡Tenemos un cielo de colores! No, no me he fumado nada. Es sólo que no me había dado cuenta hasta hoy, aunque parezca mentira, de que el cielo es azul.

11.2.07

Fuga a una voz

—¿Y no te ha gustado? ¡Se han gastado millones de euros en esa película!
—El que se hayan gastado una millonada para conseguir eso sólo demuestra una cosa: que hicieron muchas chapuzas que hubo que corregir en postproducción. Eso lleva tiempo, y el tiempo es dinero.
—Joder, pues vaya humor te gastas hoy. A mí no me ha parecido mal del todo.
—A ver, tampoco digo que sea una puta mierda. Lo que digo es que el argumento de la pasta me parece casi más un contraargumento si no se plasma en el resultado final. Ahí tienes Clerks, por dos duros. Bueno, da igual, no nos vamos a poner de acuerdo. ¿Qué te pareció mi tema?
—¿Qué tema?
—Coño, el del grupo. El "Sometimes, it happens".
—Ah, ese tema... ya sabes lo que opino de tus canciones en inglés.
—¿Qué tiene de malo el inglés? Es el idioma del rock.
—Tiene de malo que hay que ser un zombie autista para componer los temas en inglés y que suenen mal. Cualquiera puede rimar en inglés decentemente. Prueba en castellano o catalán.
—Me parece que ahí te has pasado de purista, colega.
—Habló el de los presupuestos.
—No es lo mismo, y lo sabes.
—Es lo mismo. Si crees que es tan fácil rimar en inglés, ¿por qué no me haces tú las letras?
—Mi abuela emporrada hace rimas en inglés. Lo jodido, lo que tiene mérito, es usar tu propio idioma y no parecerte gilipollas. ¿Te has parado a traducir alguna vez los cools-fashion-cartelitos de las tiendas que hay en España o fuera de ella? ¿Te has planteado cómo entiende un guiri sus propios nombres de tiendas?
—Te estás rallando.
—No, mira, fíjate. Mira allí: "The Book Store". Así en inglés, qué bonito suena. Ahora lo llamas "La Casa de los Libros" y ¿qué ocurre? Que parece que entres y te tengan que poner una tapa. Suena pueblerino, como de la España profunda o algo.
—Eso es psicológico, creo que estás proyectando. Que te parezca pueblerino a ti no significa que les pase a los demás.
—Ya, por supuesto. Pero si fueras inglés y estuvieras en Londres, cuando vieras un "Cash Converter", que aquí suena tan "guay", sería lo mismo que si tú leyeras un "Intercambio por efectivo", o algo así. Una puta mierda de nombre.
—Bueno, joder, ¿y qué tiene que ver eso con mi tema?
—Pues que "la gracia"...
—Es una canción, no un jodido chiste.
—Ya, déjame explicártelo. La gracia está en usar "intercambio por efectivo" en tu canción y hacerlo sonar bien. Hasta mi perro puede escribir cosas como... "Skies are blue, roses are red, the rest of the poem I'll show you in the bed".
—¿Has probado a rimar algo con "converter", capullín?
—No me toques las narices. ¿Entiendes lo que te quiero decir o qué? Ahí tienes a gente que hace sonar el castellano o el catalán de puta madre: Llach, Serrat...
—Oh, genial, puedo hacer un grupo de rock que le guste a mi madre y a mi abuelo.
—...Ismael Serrano, Maná, ¡Sabina!... joder, si hasta Mecano lo ha conseguido con alguna canción. Apostaría a que tú podrías hacerlo. Al menos, si no fueras tan vago y tuvieras esos prejuicios con el castellano o el catalán. O el francés, si quieres.
—Yo creo que los prejuicios los tienes tú contra el inglés.
—Ya estamos con que la abuela se chuta. No se puede hablar contigo. Casi prefiero hacerlo con una pared.
—Ahora que hablas de hacerlo, ¿no te ha parecido exagerada la parte en la que el tipet se lo montaba con la chica y contaba en off lo de las sensaciones en el estómago, lo de que no sabía si eran nervios o un orgasmo? ¿Y el hilillo de saliva resbalándole por los labios cuando bajaba la cabeza?
—A mí no me preguntes sobre sexo, yo no uso de eso... Oye, ¿por qué contigo siempre hay que acabar hablando del tema?
—Por la Teoría del Paraboloide Oblongo. Verás, supón que todas las conversaciones posibles entre dos personas están situadas en algún punto de un paraboloide de revolución.
—Friki.
—Y a mucha honra. Una campana puesta boca arriba, joder. En la parte más baja del paraboloide están situados los temas de religión, política y fútbol. El sexo está justo en el centro, abajo del todo. Ahora imagina que una conversación es sólo una pelotita que lanzas de lado dentro de esa campana, y comienza a girar tocando algunos temas. Indefectiblemente...
—Y pedante.
—...la pelota terminará alcanzando el estado del fondo.
—Entiendo. Y contigo es como si dejaras caer la pelota justo sobre el centro.
—Sasto.

10.2.07

¡Habeo Descensum! (Esta mañana me he levantado...)

Y allí estaba. De hecho, allí habría estado desde hace mucho, mucho tiempo. Como sucede con tantas otras cosas en la vida, lo tenía justo delante de mis narices y no lo había visto hasta hoy.

Pensaba que había perdido (la frase correcta sería "olvidado a quién había dejado") el libro "El Descenso", de Jeff Long, uno de los que más me han conmovido en mi vida como lector. Hoy, tras llegar a mi casa del pueblo, por alguna extraña razón me he parado a ver qué demonios era ese tocho negro que estaba entre las películas de vídeo que tengo justo debajo del televisor del salón. ¡Conio.h!¹

Y nada, felix sicut unam perdix, lo he guardado en la mochila y ya está en la estantería, junto con sus queridos colegas-alimento-de-lepisma. Lo que no sé muy bien es por qué el tema de los latinajos. Quizá el hecho ha desbloqueado alguna parte de mi cerebro que quería hablar en latín. Curioso esto de los desbloqueos mentales. Quizá algún día hable de ello. Quizá luego. O quizá no.

¹ Parida para frikis programadores de c++ [N. del A.]

9.2.07

Batería baja (Esta mañana me he levantado...)

Regloso y extenuado, uno hace cosas tan estúpidas como entrar en su propio blog 'para ver si hay alguna entrada nueva'.

Hay días en los que es mejor no levantarse. Días en los que mandarías todo el planeta a la mierda a menos que te dieran media buena razón para no hacerlo. Afortunadamente, aún nos queda el chocolate.

7.2.07

La enunciación en la construcción de un texto audiovisual. Diferentes estrategias en la construcción del punto de vista (A veces pasan cosas)

Por poco no cabe todo en el título. Ha ido apurado. ¿De qué va esto? Pues del último trabajo de la temporada de exámenes invierno-primavera. Como teníamos manga ancha para hablar de lo que quisiéramos mientras estuviera relacionado, lo he enfocado hacia los modos de enunciación en los videojuegos. Se le podría sacar muchísimo más partido, pero teníamos el tiempo limitado a tres días, y he usado los dos primeros para documentarme y darle vueltas al tema.

Espero que alguien le pueda dar un buen uso al trabajo =)

Disclaimer: No os asustéis si leéis cosas raras. Entre que me siento especialmente espeso y descentrado estos días, y que en estos trabajos hay que usar una determinada nomenclatura para las cosas (que conste que no me he puesto en serio a ello), lo mismo es totalmente incomprensible e infumable.

Límite cuando t->0 (Esta mañana me he levantado...)

Se me va el tiempo. Tengo una MUY Interesante a mitad de lectura desde hace semanas. El Jueves de la semana pasada sin comenzar siquiera. Un libro que me prestaron, detrás en la cartera desde hace meses. No alcanzo a sacar media hora para escribir tres tonterías (en analógico y en mi libreta de ideas, que siempre llevo detrás). Por supuesto, nada de largos y complicados y científicos (y mis preferidos) "A veces pasan cosas". Y eso que incluso estoy arañando muy de vez en cuando algún resquicio para un rato de cine y no volverme loco entre trabajos, iParty, conciertos, mujeres, niños, tinta, multas, libros, exámenes, convenciones, quedadas, AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGS.

Esta mañana me he levantado, y hacía sueño. Como todas las mañanas.

Lo siento, de momento, para quienes esperan un "A veces pasan cosas"... incluido quien esto escribe.

6.2.07

Caminos impares

«Así no van las cosas», dijo una vez alguien, quizá sin saber del todo que las cosas no van de ninguna manera o, mejor dicho, van de la forma en que se quiera. Después de la críptica frase, cogió el tercer camino de la derecha y desapareció para siempre entre la hojarasca.

5.2.07

Discutir es malo (Esta mañana me he levantado...)

O eso dice el último número de la entrañable N-Gendros. Yo lo hubiera titulado "Hay que hablar las cosas", pero da igual. Me ha hecho sonreír.

3.2.07

Sin verbo

Tardes cálidas de invierno. Playas desoladas. El cielo, anaranjado tras las montañas. Algunas estrellas brillantes en la noche decorada. Un abrazo breve.

Pájaros de vuelta al nido. Veletas al norte. Las calles húmedas por el primer rocío. Unas cuantas flores marchitas, moribundas. Una brisa suave, un abrazo largo.

Noctámbulos borrachos, calles solitarias. Neones de cajeros automáticos refulgentes. Neones en los acuarios, inocentes. Crisálidas secas y abandonadas. Un abrazo eterno.

1.2.07

Desmedidos y desmedidas (A veces pasan cosas)

¿Quién dice que no se pueda hablar a grito pelado en la cantina con alguien que está dos filas de mesas más allá? ¿Qué más te da a ti que me coma una bolsa de chuches de un tirón? ¿Por qué diantres NO voy a poder untar mi dedo en la nata de ese apetitoso batido de fresa y metérmelo en la boca? ¿Quién demonios te crees que eres para decirme que no me coma ese plátano en dos bocados o sugerir siquiera que no me beba la coca-cola de un trago?

Además, es mi jodido blog, así que escribiré en él (o no) cuando me dé la gana, como me dé la gana, y cuanto me dé la gana. Y punto. Coño ya...

Léase sin acritud, por supuesto. Saludos desmedidos.

¿Ahí dónde? (Esta mañana me he levantado...)

¿Por dónde queda Vieja York? ¿Y Vieja Zelanda, o Vieja Delhi?

Ayer estuve en la conferencia-charla-coloquio-debate de Ismael Serrano en el Edificio Hucha de Bancaja. Lo primero que pensé al verle entrar (aparte de "alguien necesita una toalla", je, je, je) fue que su vena de estudiante de física se le salía por los poros. ¿Por qué? Porque llevaba una camiseta de Hulk. ¿Y eso qué tiene que ver? Bueno, pues por la propia historia de Hulk. No había más que escucharle hablar de este superhéroe para darse cuenta de que congenian.

De la charla me gustaron varias cosas, y algunas de ellas ni siquiera tenían que ver con Ismael. Tuve varios momentos de recuerdos (y es que, como bien dijo, aquellos que le dicen que preferían sus primeras canciones, probablemente quieran decir que prefieren recordarse tal y como eran cuando escuchaban sus primeras canciones), y me pude fijar en pequeñas cosas que sucedían en la sala; miradas, sonrisas, caras serias... Algo más tarde, él hablaría de la épica de las cosas cotidianas ("religión" que comparto hasta sus últimas consecuencias). Hay tanto material en la cotidianeidad de la gente a la que no conoces ("cotidianeidad", tratad de decirlo muy rápido al revés tres veces) que a veces puedes tener la sensación de que estás visitando un museo, un zoo u otro planeta, por la cantidad de cosas con las que te puedes encontrar. Ayer vi muchas cosas que me gustaron.

También escuché muchas cosas que me gustaron. Escucharle hablar en términos sociales sobre sincronía o desincronía entre personas. De redes. Como informático, esas palabras tienen un sentido extra para mí (o mayor profundidad, o una riqueza tonal más amplia, o algo así, o no). Recordé la cierta frase de "el secreto está en saber coordinarse bien", y sonreí. Aunque era una sonrisa triste, porque realmente el mundo está muy desincronizado. La gente está muy desincronizada. Bueno, al menos gran parte de la gente porque, como también muy atinadamente dijo, la gente es muy heterogénea, y en ese grupo hay desde grandes hijos de puta hasta personas maravillosas. Pero como muchos de mis amigos dicen, cada vez somos más individualistas, estamos más separados, más desincronizados los unos de los otros. Habrá que intentar arreglar esto.

Otro de los temas que me activaron el chip de "apúntate esto en tu libreta de ideas, porque vas a querer acordarte de esto cuando llegues a casa" fue el de que, para ayudar a otros a crecer como personas, no se trata tanto de enseñarle algunas respuestas (ya que sería estúpido pretender conocerlas todas) como enseñar a preguntar. Y perderle el miedo a hacerlo, añadiría yo. Quizá ayude para corregir el punto anterior.

Habló de algo a lo que precisamente llevaba dándole vueltas un tiempo, el tema del trabajo precario. Expuso que hoy en día, somos capaces de aceptar cualquier trabajo por mal pagado que esté, por mucho que se nos vaya a explotar, o pésimas que sean el resto de sus condiciones, porque el propio trabajo en sí está ya asumido como una inversión de futuro. Estoy un poco cansado de pensar en el tema de las estancias en prácticas no remuneradas. "No os van a pagar, pero ganaréis en experiencia". Oye, pues creo que tendría la misma experiencia si nos pagaran, e incluso probablemente una mejor experiencia. "Si pagan cacahuetes, que contraten monos", que decía un amigo filósofo. En fin, pasemos a otra cosa. No quiero que me siente mal la cena.

«La canción se termina cuando la escuchas tú», dijo Ismael mirando a una bonita joven del público que estaba unas filas por delante de mí, respondiendo a una pregunta acerca del ciclo de vida de sus canciones. A la salida, firmó algunos autógrafos y repartió algunos besos (y tenía la cara calentita, según dicen). Yo me conformo con su firma en las ondas de sonido que me ha regalado con algunos de sus temas.

Por cierto, que aunque no entré en la parte de preguntas a exponer mi opinión sobre música y piratería (un tema que me parece demasiado extenso para un turno de preguntas y que merecería cien conferencias aparte), sí que tengo que mandarle un tirón de orejas a Serrano por hablar de piratas refiriéndose, tanto a los que se lucran en el top manta con el trabajo ajeno, como a los que se descargan (legalmente en este país, amparados por el derecho de Copia Privada) sus temas de Internet para "consumo propio". Dice que cree en el derecho de que un autor cobre por su obra. Yo también, y para eso la SGAE tiene su impuesto revol... su canon indiscriminado sobre cada vez más formatos susceptibles de albergar contenidos sujetos a propiedad intelectual.

En cualquier caso, me alegré de ver que no afrontaba el tema con la cerrazón típica de otros grandes músicos o grupos del panorama español, que sacrifican su par de neuronas (o las de su mánager) recitando mantras como "todos sois unos piratas malos" o "nos morimos de hambre, seif de miusic". Se mostraba muy consciente de que es una forma increíble de difundir la música (y su obra, por tanto) hasta lugares a los que no podría llegar de otra forma, y que el problema de base está en un modelo de negocio a todas luces obsoleto. Pero, sobre todo, se mostraba abierto y partidario de un diálogo civilizado y creativo para investigar y aportar los posibles cambios que nos beneficien a todos. Bravo por él. (O Bravo, a por él; lo siento, tenía que hacer el chiste fácil).

Tengo una frase más, pero ésta se la reserva mi libreta de ideas. No os preocupéis. Ocurre, a veces ocurre. Ah, como buen seguidor de cómics que es (novelas gráficas, buen nombre) recomendó autores como Joe Sacco y obras como Persépolis (de Marjane Satrapi). Habrá que hacerle caso.

Lo bueno de ser cantautor es que puedes hacer muchas cosas en tus tremendos ratos de tiempo libre. Igual de mayor, me pongo el chaleco a lo Sabina y me hago uno de ellos (si no lo era ya, aunque cantar mientras tocas la trompeta es harto complicado; quizá con el piano fuera mejor...).