Por mucho que queramos imitar a las avestruces, escondiendo la cabeza para no ver el problema, éste no desaparece. Como alguien tan sabio como friki dijo una vez en no-sé-qué-peli, "tarde o temprano hay que entrar en la Estrella de la Muerte". Mejor girar los mandos de la nave y lanzarse de lleno al peligroso núcleo del problema.
En este caso, podríamos decir que el principal problema son los exámenes. Y no es que sea de los que pierden el sueño por ellos (bueno, en la sexta convocatoria de Ampliación de Matemáticas sí estaba realmente nervioso), ni por estudiar. Pero no sé, percibo en la Fuerza una extraña convergencia, una sensación persecutoria.
Sin saber cómo, mi vida se convierte en uno de estos arcades clásicos en los que la pantalla avanza constantemente y, si tocas su borde izquierdo, estás muerto.
Como siempre, los primeros enemigos son pocos y bastante asequibles: algún trabajito de dos hojas por aquí, alguna quedada de grupo por allá. Nada, saltas sobre ellos y mueren aplastados en una tarde.
Después, se suman los ejercicios para casa; un poco más engorroso pero se puede sobrellevar. Subes a una plataforma, esquivas a un par y te cargas al resto.
Luego comienzan los trabajos "medio-serios": programas de cientos de líneas de código, memorias de una veintena de páginas, el diagrama de proceso unificado de la empresa "Goter & Chapu", y la cosa se complica.
No porque individualmente sean inabordables, sino porque hay bastante que hacer en conjunto (además de la incesante aparición de todos los anteriores). Me viene a la cabeza la imagen de una horda de pequeños Critters arrancándote la carne a mordiscos; si ellos no te matan, al menos sí que te retrasarán lo suficiente como para que la Pantalla de la Muerte (que acabo de decidir que será de color azul) acabe por alcanzarte.
Ahora mismo la tengo pegada a mi trasero. La semana que viene comienzo con el primer examen, y todavía no he tenido tiempo para leer una sola hoja. Me parece extraño verme en quinto de carrera usando la misma metodología que seguía en primero de E.G.B. (estudiar la tarde de antes) pero, o alguien me regala un viaje a la Luna y luego se dedica a mover todo el planeta a velocidades cercanas a la de la luz, o no hay más huevos porque no hay más tiempo (de lo que se deduce una relación directa entre huevos y tiempo, aunque no sé si esto tiene mucho sentido). O, ya puestos, que me regalen el viaje relativista a mí y me traigan de vuelta cuando el planeta lo dominen los simios (o los pulpos en su defecto).
El que más miedo me da, sin duda, es el monstruo final (de la primera fase): "Arquitectura e Ingeniería de Computadores". Es el más grande, el más bestia, el que requiere más concentración y para el que tienes menos tiempo de reacción. Si consigo superarlo, sé que me lo volveré a encontrar al final de la segunda fase, y esta vez con su hermano "Procesadores del Lenguaje", que durante las dos fases habrá estado lanzándome martillos-boomerangs y gramáticas (cada vez lanzan cosas más raras) para detener mi avance.
Nivel quinto, primera fase. Nunca me ha importado demasiado estar en los High Scores, pero lo que no me perdería jamás son las cinemáticas finales. Espero poder llegar a ellas a la primera, que cada crédito son unos 10 euros y no estoy para demasiados "Insert Coin"...
En este caso, podríamos decir que el principal problema son los exámenes. Y no es que sea de los que pierden el sueño por ellos (bueno, en la sexta convocatoria de Ampliación de Matemáticas sí estaba realmente nervioso), ni por estudiar. Pero no sé, percibo en la Fuerza una extraña convergencia, una sensación persecutoria.
Sin saber cómo, mi vida se convierte en uno de estos arcades clásicos en los que la pantalla avanza constantemente y, si tocas su borde izquierdo, estás muerto.
Como siempre, los primeros enemigos son pocos y bastante asequibles: algún trabajito de dos hojas por aquí, alguna quedada de grupo por allá. Nada, saltas sobre ellos y mueren aplastados en una tarde.
Después, se suman los ejercicios para casa; un poco más engorroso pero se puede sobrellevar. Subes a una plataforma, esquivas a un par y te cargas al resto.
Luego comienzan los trabajos "medio-serios": programas de cientos de líneas de código, memorias de una veintena de páginas, el diagrama de proceso unificado de la empresa "Goter & Chapu", y la cosa se complica.
No porque individualmente sean inabordables, sino porque hay bastante que hacer en conjunto (además de la incesante aparición de todos los anteriores). Me viene a la cabeza la imagen de una horda de pequeños Critters arrancándote la carne a mordiscos; si ellos no te matan, al menos sí que te retrasarán lo suficiente como para que la Pantalla de la Muerte (que acabo de decidir que será de color azul) acabe por alcanzarte.
Ahora mismo la tengo pegada a mi trasero. La semana que viene comienzo con el primer examen, y todavía no he tenido tiempo para leer una sola hoja. Me parece extraño verme en quinto de carrera usando la misma metodología que seguía en primero de E.G.B. (estudiar la tarde de antes) pero, o alguien me regala un viaje a la Luna y luego se dedica a mover todo el planeta a velocidades cercanas a la de la luz, o no hay más huevos porque no hay más tiempo (de lo que se deduce una relación directa entre huevos y tiempo, aunque no sé si esto tiene mucho sentido). O, ya puestos, que me regalen el viaje relativista a mí y me traigan de vuelta cuando el planeta lo dominen los simios (o los pulpos en su defecto).
El que más miedo me da, sin duda, es el monstruo final (de la primera fase): "Arquitectura e Ingeniería de Computadores". Es el más grande, el más bestia, el que requiere más concentración y para el que tienes menos tiempo de reacción. Si consigo superarlo, sé que me lo volveré a encontrar al final de la segunda fase, y esta vez con su hermano "Procesadores del Lenguaje", que durante las dos fases habrá estado lanzándome martillos-boomerangs y gramáticas (cada vez lanzan cosas más raras) para detener mi avance.
Nivel quinto, primera fase. Nunca me ha importado demasiado estar en los High Scores, pero lo que no me perdería jamás son las cinemáticas finales. Espero poder llegar a ellas a la primera, que cada crédito son unos 10 euros y no estoy para demasiados "Insert Coin"...
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