Alguno de los pocos que aún asistían a la procesión le comentaba a otro que, viendo la evolución de la escasez de gente que continuara estas tradiciones, cuando su joven hija llegara a su edad probablemente ya se habrían perdido.
El otro le respondió que aquella pérdida de la religiosidad era más que evidente. "Incluso, este año, el Papa ha preferido verla por la tele", concluyó de forma cínica.
El otro le respondió que aquella pérdida de la religiosidad era más que evidente. "Incluso, este año, el Papa ha preferido verla por la tele", concluyó de forma cínica.
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