La llamaron "Radio Destino" y, según ellos mismos publicitaban, quien sintonizara su canal esperando la respuesta a alguno de sus problemas, la encontraría en la canción que estuviera sonando en esos momentos. Si no se encontraba, es que el mensaje de esa canción no era para ese oyente, y probablemente estuviera en la próxima.
En la emisora ponían el reproductor de sonido en modo aleatorio. Puede parecer una estupidez, pero mucha gente decía que había tomado la decisión correcta gracias a ese canal.
Encendí la radio con bastante escepticismo; si conseguía escuchar algo un poco coherente en respuesta a mi mal de amores, tal vez hasta empezaría a creer.
No tenía ni idea de hasta qué punto la canción que comenzó a sonar me iba a cambiar la vida.
En la emisora ponían el reproductor de sonido en modo aleatorio. Puede parecer una estupidez, pero mucha gente decía que había tomado la decisión correcta gracias a ese canal.
Encendí la radio con bastante escepticismo; si conseguía escuchar algo un poco coherente en respuesta a mi mal de amores, tal vez hasta empezaría a creer.
No tenía ni idea de hasta qué punto la canción que comenzó a sonar me iba a cambiar la vida.
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