27.9.06

Racheando (Esta mañana me he levantado...)

Ya soy ingenioso. Aunque, teniendo en cuenta los últimos acontecimientos, lo raro es que siga vivo; estoy atravesando por lo que se podría llamar una racha de mala suerte.
El primer indicio fue ayer por la mañana, cuando una amabilísima alma caritativa me tenía que traer su portátil para adelantar el proyecto de fin de carrera que exponía hoy. Se le había olvidado. No pasa nada, esas cosas suceden. Por la tarde lo termino.
Me había dejado el dinero para comer en casa, y fui a sacar dinero al cajero del Ágora de la UJI. Había mucha cola, así que decidí ir primero al Infocampus a recoger la agenda que, como cada año, nos es obsequiada por la universidad. Al parecer, no había finalizado bien el proceso de matrícula y no me la podían dar.
Bueno, pues qué le vamos a hacer. La repasaré y volveré al día siguiente. Vuelvo al cajero. Meto la tarjeta, y sólo puedo hacer extracciones de múltiplos de 50 (cuando sacar 20 ya me parecía mucho...).
De nuevo, la amabilísima alma caritativa me patrocina la comida, y me paso toda la tarde terminando de pulir el proyecto de fin de carrera.
Aparecen problemas por todas partes, que como de costumbre, me conllevan mucho más tiempo del que tenía planeado. A las nueve y media de la noche, aún no lo había terminado, pero decido volver a casa y acabarlo allí.
Paso primero por la gasolinera, para llenar el depósito y comprarle algún dulce a la amabilísima alma caritativa, por las molestias. Pero no les quedaban dulces.
En fin, llego a casa, ceno en un flash, y me pongo con el proyecto. Descubro que se me han olvidado algunos detalles importantes de la presentación, así que (ya con la cabeza como un bombo, pese a un analgésico) a la una de la mañana lo considero terminado, a falta de ajustar en el portátil que la amabilísima alma caritativa me traería hoy. Al levantarme, piso el cable de los auriculares (de tipo cascos) con los que escuchaba música mientras trabajaba, y estos se fuerzan de tal forma que se parte el plástico del "pasador" de una de las orejeras, y se resquebraja el de la otra. Stupending, necesitaré unos cascos nuevos.
Dejo actualizando el sistema, porque hacía días que no lo actualizaba. Mientras, leo el correo; el aula donde será la presentación ha cambiado (y me había pasado gran parte de la noche haciendo que una cámara hiciera un recorrido por ese edificio hasta llegar al aula). Sin fuerzas, apago el ordenador por no pegarme un tiro, y me voy a la cama.
Al levantarme al día siguiente -es decir, hoy-, me levanto pronto para modificar el proyecto, así que abro enseguida el ordenador. Pero el modo gráfico no me funciona; parece que la actualización ha fastidiado algo del driver de nvidia. No tengo tiempo de investigar, así que decido que ya lo arreglaré directamente sobre el portátil.
Una vez con el portátil, y a hora y media de la presentación, descubro que hay una parte que no funciona bien, partes en las que no se ven las cosas tal y como las veía en mi equipo, y para colmo aún no había podido ponerme a pensar en qué iba a decir en la charla. Lo apaño como puedo, puenteo aquí y allá algún detalle, y hago un esquema rápido de qué tengo que hablar en cada parte.
Doy la charla, me plantean las preguntas que suponía que me iban a plantear (lo cual no significa que tuviera una respuesta adecuada preparada...), me critican los puntos que sabía que me iban a criticar (y que esperaba que no me criticaran, pero sé que me los merezco ;) y finalmente me colocan un estupendo 9'5 para concluir la carrera de ingeniería informática. Ya soy ingenioso. Jódete, Murphy.
En una clase que tenía por la tarde, aprovecho para asegurarme de que finalizo la matrícula. Me paso por el Infocampus, y me dicen que el proceso no se ha finalizado y que no me la pueden dar. Les digo que me he asegurado de que está finalizada, que quizá haya algún problema con la otra carrera (informática) a la que accedí a la matrícula, pero no me matriculé porque... acababa de acabarla :) Se apuntan el D.N.I. y me dan la agenda. Una cosa menos.
Llego a casa, cojo superglue y me dirijo a los cascos (que había dejado encima de mi viejo portátil, junto al ordenador de sobremesa). "No hay mala suerte, sólo gente sin recursos", me digo a mí mismo. Un chorrete por aquí, otro por allá, y cuando lo voy a dejar secarse al lado, me doy cuenta de que en el touchpad hay un enorme goterón de super-glue. Bocazas. O mentazas.
Lo limpio como puedo, rayo parte del touchpad y del chasis en el intento (apuesto a que en la próxima iParty algún malpensado sugiere que esa mancha blanquecina responde a otro tipo de sustancias), y me doy cuenta de que, en el fragor de la lucha, no he dejado los cascos bien y se ha despegado de nuevo el auricular. Repito la operación (esta vez alejado del portátil), lo dejo sobre una bolsa, y me pongo a intentar pegarme con el ordenador.
No hay manera, no sé cómo demonios reparar eso. Estoy usando un kernel muy viejo, y hace tiempo que quiero actualizar el sistema. Ahora que ya nada me retiene, es un buen momento para formatear y ponerme algo mejor, pero no me apetece. Afortunadamente, en otro de los discos duros tenía instalado una bonita Ubuntu Dapper, así que selecciono ese disco duro en el gestor de arranque, y aquí estoy, tratando de compatibilizar mi usuario de uno de los linux para que acceda al mismo contenido que mi usuario del otro.
¿Quién dijo miedo?

P.D.: No soy capaz de publicar esto en blogger... No sé qué problema hay. Necesito unas vacaciones.

6 comentarios:

servidora dijo...

Duerme... que te lo has ganado :-)
Y el comecocos era guapísimo.

Sobre la rotura y el pegamento, no tengo palabras... :-)

Mars Attacks dijo...

Asias, pero aún hay que ver el Hospital Central (aunque supongo que habrá reunión virtual).

Desde la puesta del post, todavía he tenido un par de incidentes más; he ido a casa de un amigo a recoger unos libros y a enseñarme su flamante ibook, y cuando llego resulta que le habían llamado para hacer una reparación de ordenadores y estaba fuera. Viaje en balde.
Luego, llego a casa, voy a ponerme lo que queda de los auriculares, y se le había pegado la bolsa (fácil de quitar) y la parte extensible (imposible de despegar). Así que ahora tengo unos chungoauricularesquasimodescos :)

Y sí, el comecocos molaba. Después de la charla, me he quedado re-reflexionando (ya había pensado en ello alguna vez) acerca de lo de la "formalidad" en las entrevistas de trabajo y esas cosas. En realidad, nosotros hacemos esa realidad, así que si las cosas son así, es porque queremos. Si yo fuera entrevistador, o tuviera la pasta suficiente para invertir en un proyecto u otro, dudo mucho que exigiera esa formalidad. Este mundo ya es demasiado soso y triste de por sí, como para que nadie haga lo que pueda para remediarlo...

lazy bitch dijo...

Me llena de orgullo y satisfacción darle mi más sincera enhorabuena por ser todo un señor ingenioso.

¿Cuando lo celebramos? :-)

Anónimo dijo...

¡Enhorabuenísima, Sr. Ingenioso!
¡Que alegría cuando me dijisteee, vamos que me hago ingeniooosooooo! xD

Espero que al menos esta noche hayas podido dormir mejor o más tranquilo o que se yo o yo que se.

Con respecto al asunto de la formalidad en las entrevistas opino del mismo modo que tú. Además lo formal no quita lo serio, considero que un tipo serio no es un tipo que no se rie por nada si no un tipo que cumple con su palabra, que si dice que hace algo en un tiempo lo hace (o tiene una escusa muy buena xD). Pero eso creo que ya se va del asunto del post tuyo, de modo que:

¡¡NORAWÉRRIMO seas!!

Y espero poder pasar pronto por Castellón para darte unos libricos y despedirme hasta más ver.

Anónimo dijo...

Enhorabuena ingenioso, nos iremos de cena para celebrarlo :D

Fdo. Un alma caritativa

Mars Attacks dijo...

De nuevo gracítas morales. Y gracérrimas, según el caso.
Ahora necesito unas vacaciones para "defragmentarme" el mundo y quizá formatear en muchos sentidos.
Y subir el proyecto a alguna parte...