22.1.06

Memorias (A veces pasan cosas)

La recuerdo con toda la hermosura que alguna vez pudo tener su cara. Su sonrisa, su mirada de pasión, o la húmeda calidez de sus labios atrapando los míos. También recuerdo un corazón roto por haberla hecho llorar. Recuerdo que no pudo ser, aunque no recuerdo el por qué.
El cerebro nos juega malas pasadas, apartando los malos momentos en una niebla confusa, y dando lustre a los buenos. Fue bonito, y cuanto más te alejas de la costa de la que partes, en Troya, más bonita te parece. Deseas el camino a Ítaca, por eso te fuiste de Troya, pero Ítaca parece tan inalcanzable... ¿y si no llegas? ¿Y si llegas y no es lo que esperabas? Troya está ahí, no está tan mal, sabes que existe y quizá podrías llegar a sentirla como la patria propia.
La cosa empeora cuando Poseidón se enfada y te enfrasca en una terrible tempestad. No puedes sujetar el timón, pierdes el rumbo, y cualquier peñasco te parece un lugar mejor. Oyes cantos de sirena, y darías lo que fuera por quedarte allí. Aferrarte a algo. Quieres tierra firme, y la quieres ya. En Troya se estaba tan bien... qué estupidez el haber partido de allí. ¿Por qué tuve que irme de allí?
Quizá, con un poco de suerte, alguien pueda controlar el timón y recordarte que ibas hacia Ítaca. Allí podrás ser feliz, en tu reino, muchísimo más feliz de lo que podrías haberlo sido en Troya. Y no sólo por lo que no te pudo aportar Troya, sino por lo que el camino te enseñó. Por los monstruos que venciste...
Al final, a veces recuerdas; no pudo ser por tus chistes malos. Mientras, sigues escuchando a Lluis Llach y su "Viatge a Itaca". Konstantino Kavafis tenía tanta razón...

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Eres mi blog favorito. Tenía que decirlo :P

Mars Attacks dijo...

¿Me lo dices a mí o al blog? ;)
¡Gracias! :D