Vomitona (Esta mañana me he levantado...)

Anoche tuve un sueño atípico. Seguro que todo el mundo ha soñado alguna vez que volaba, o que se caía, o que se meaba, o que se tiraba a todo bicho viviente, pero para mí es la primera vez que sueño que casi vomito.
Imaginad un circo romano en pequeño, del tamaño de una casa (cuadrangular, o más bien, oblongo) y hundido en el suelo, totalmente hecho de piedra y con muchos, muchos años. Algo parecido a una piscina de un metro de profundidad, bastante estrecha, con esa pátina de haber recibido durante siglos los excrementos de palomas, ratas, el moho de la humedad...

Imaginad que formáis parte de un numerosísimo grupo de esclavos (un par de centenares) de la época que ha recibido la orden de dar lustre a aquella porquería con pequeños cepillos, que sois parte del segundo turno que va a relevar a otro grupo que lleva casi un día trabajando en ello. Imaginad que esos esclavos, desmañados y rudimentarios, han estado todo el día dándole al cepillo por los bordes de esa "piscina", escupiendo de tanto en tanto sus mocos y gargajos al interior. Doscientas personas y casi un día trabajando, suponen una considerable base de mocos (como dos o tres dedos de mucosidad viscosa flotante). A uno de los trabajadores le da aprensión y vomita dentro de la piscina. Esto provoca un efecto en cadena y muchos otros le siguen: al baño de mocos se le agrega una tonalidad amarronada formando grumos. Y justo en ese instante, llegas tú, obligado a acercarte al borde de esa repelente bañera y agacharte para seguir limpiando el borde, aspirando los asquerosos efluvios de la mezcolanza escatológica.

No hace falta que diga cómo tenía el estómago al despertarme...