Entusiasmado, sacó de su abrigo un libro raído por el uso. Lo abrió por sus páginas centrales, y leyó en voz alta su contenido a los que le acompañaban. Era una transcripción de un viejo pergamino saqueado de un templo, en el que profetizaba la llegada de un texto místico que definiría sus acciones.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario