De boda (A veces pasan cosas)

Como ya expliqué alguna vez, una boda es una especie de Tiempo Muerto, aunque no es tan Tiempo Muerto como otros Tiempos Muertos reales en los que no puedes hacer nada; aquí, al menos, pasan cosas que dan que pensar.

Como informático, no puedo dejar de percibir muchos de los aspectos de una misa como puramente protocolarios, sin sentido real; como un "handshake" entre servidores (una comprobación de que "hablan en el mismo idioma", o un "santo y seña" por motivos de seguridad, etc.). No sé, no me extrañará si algún día entro en otra misa y me encuentro con algo así como:
Cura: Palabra de Dios.
Todos: Te alabamos Señor.
Cura: Bendigamos al Señor.
Todos hacen la señal de la cruz mientras dicen: Demos gracias a Dios.
Cura: Protocolo aceptado.

Luego piensas en que las religiones mayoritarias actuales son versiones distintas de la misma. Pongamos que la judaica es la más antigua. Luego aparece la cristiana, que es la judaica 2.0, y algo más tarde la musulmana, que es la judaica 3.0 (o cristiana 2.0). Pero, curiosamente, no por ser más moderna parece funcionar mejor. Como dijo un diplomático (estadounidense, supongo) acerca del conflicto entre israelíes (judíos) y palestinos (musulmanes): ¿No pueden solucionarlo como buenos cristianos?

Entre pitos y flautas, el señor cura habla acerca de que Dios es amor y perdón. Y yo me quedo pensando que para ser amor y perdón, es un rencoroso de mierda que no sólo no dejó volver a Adán y Eva al Paraíso terrenal, sino que insistió en que les pasaran cosas muy malas. En fin, que no cuadra.

Aparece la sufrida lectura de las bodas de Caná y la transformación de agua en vino y blablabla. Es estupendo escuchar el relato de los hechos:
María: Hijo mío, el novio se ha quedado sin vino.
Jesús: Mujer, déjame, aún no ha llegado mi hora.
María (a los camareros): Haced lo que Él os diga.
Jesús: Llenad de agua esas tinajas y llevádselas al maestresala.
Maestresala (al novio tras probar el "agua"): Todos sirven primero el mejor vino, y cuando ya han bebido bien, el peor; tú al contrario, has guardado el vino bueno hasta ahora.

Vale, así a grosso modo, ¿no fallan muchas cosas en la historia? Primero, estar en la boda de otro y preocuparte por si falta o deja de faltar vino. Segundo, tratar a tu hijo de Harry Potter o David Copperfield y decirle que se estire y haga alguno de sus trucos. Luego, que el hijo diga que pasa olímpicamente. ¡Pero luego vaya y lo haga! Y encima, que el maestresala le diga al novio, en pocas palabras, que es un imbécil de cuidado, porque todos están ya borrachos y nadie va a notar la diferencia entre ese estupendo vino y... aceite de colza, por decir algo. O agua. Y nada, lo dicen tan campantes, como si todos los días pasara algo así, o la gente hablara con esas grandilocuencias.
Me imagino que la primera versión habrá sufrido miles de modificaciones a lo largo del tiempo. Probablemente la cosa fue algo así:
Jesús le daba al drinky (basta con leer los textos sagrados). Como sabe lo que pasa en estas bodas, se guarda una tinaja de vino bajo la sotana para sacarla cuando se haya terminado el resto. Su madre le ve, pero no dice nada porque siempre ha sido un "viva la vida" y ha hecho lo que le ha dado la gana. Crecer sin padre le ha vuelto un poco hippie. Total, que se acaba el vino, y a la madre le apetece un trago.
María: Venga, Chus, saca ese vino que tenemos tú y yo a medias.
Jesús: ¿Qué vino? Esto es agua.
María (en voz baja): A mí no me la pegas, capullín. Ya estás sacando el zumo de uva o te quedas sin esos zuecos de madera flotante que te hizo tu padre.
Jesús: Vaaaaale, va.

Y el resto es sólo lo que ocurre cuando un par de malos guionistas le dan demasiadas vueltas (o giros) a una historia: que queda algo inverosímil e infumable.

Aunque lo peor es que luego haya alguien que se la trague sin respirar.

Podéis ir en paz.
Demos gracias al Señor.
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