9.3.07

Planetas (A veces pasan cosas)

Existió una vez un planeta llamado Rótula por sus habitantes. Los rotulianos tenían la particularidad de tener unos cuerpos consistentes en su totalidad por una pierna como las nuestras. La izquierda, para ser exactos. No tenemos muchas referencias de ellos porque su 31 de metatarso de 4151, la totalidad de su población se golpeó (por un mórbido sentido del humor del destino) la "cabeza-espinilla" contra el canto de una mesita a la vez, muriendo desnucados al instante.

Pero no es de ese planeta del que venía a hablaros, sino del planeta conocido como Empathos. Emphatos era un mundo perfecto, muy similar por lo demás al nuestro en cuanto a fisionomía de sus pobladores y costumbres socioculturales. Su particularidad radicaba en el potencial de algunos de sus habitantes para intercambiar sus papeles con otras personas de su alrededor, o hacer que terceras personas los intercambiaran.

Así, la gente aparcaba bien porque, en cualquier momento, alguien podía "cambiarle su papel" por el de alguien en silla de ruedas, y era harto frustrante ver bloqueada la rampa de descenso de una acera por el coche propio. Las calles estaban pulcramente libres de porquería, porque cuando eran barrenderos les tocaba mucho las narices tener que recoger basura de todas partes. Los constructores hacían su trabajo a conciencia, no fuera cosa que de la noche a la mañana vivieran en algún lugar donde se les viniera el techo encima a la menor racha de aire, se cayeran de un andamio, o sufrieran goteras. Los mandatarios velaban por el bienestar real de sus ciudadanos, porque a menudo eran uno de ellos. Como el día menos pensado uno podía convertirse en mujer, inmigrante o gay, todo el mundo tenía asegurados los mismos derechos y el mismo trato.

En realidad, su forma de funcionar era simple. Sólo llevaban a la práctica -casi de forma forzada al principio, pero luego vieron que era bueno- su versión de nuestro dicho terrestre: "no hagas lo que no quieras que te hagan". Sin hambre, sin guerra, con un cuidado ecológico fantástico (ya que hubo un mutante que aprendió a cambiar cuerpos con animales o plantas), se convirtió en un sitio donde se estaba razonablemente bien. Todos eran, en cierto modo, pensamientos distintos de un mismo ser.

7 comentarios:

servidora dijo...

Juraría que esto ya lo he leído.
Y juraría que la otra vez pensé lo mismo: lo de los rotulianos va bien para abrir el fuego, pero servidora se quedaría sólo con lo de Empathos... eso sí, metiéndole algo más de caña :-)

Sofia dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Sofia dijo...

Lo de la rótula me ha recordado a algo...aisssss :)
Eres super ocurrente, me encanta como cuentas las historias y como me descuentas mis historias, aún a mi pesar...Gracias

Mars Attacks dijo...

Servidora, usted misma...

Gracias, Sofia Productions.

servidora dijo...

Ays, la verdad es que me explico como el culo por no variar (eso me pasa por escribir antes de despertarme :-/ ) Lo de los rotulianos, me parece gracioso... pero lo de Empathos no debería ser un planeta exterior, no sé si me explico o si sigo sin explicarme...

Y luego, claro, está lo de siempre (y que viene a recordarme Sofía ;-)... yo esto de la inteligencia emocional lo llevo fatal... y lo de decir que las cosas me gustan, no veas!! :-)

Y ¡ays! es que como estás recordando tiempos pasados... ¿esto no es repescado?... entonces algo más has escrito sobre otros planetas... o algo me has contado... o lo he soñado... o... mejor dejo de fastidiarla y me retiro indiscretamente :-/ ¡¡jurl!!

Mars Attacks dijo...

Esto no es de tiempos pasados. Sólo algunas "aliteraciones" lo son. Esto es de ir conduciendo y no tener nada mejor que hacer =) (así que raro será que te lo haya contado, yo no lo recuerdo, al menos...).

Je, je, un saludete ^_^

servidora dijo...

¡Pues vaya..! Eso va a ser o que sueño contigo o que te pongo los cuernos con el primero que me cuenta historias bonitas sobre planetas lejanos... :-(