1.6.05

Día contra la entropía (Esta mañana me he levantado...)

Hoy ha sido el Día contra la entropía en els Païssos Marcians (gran extensión geográfica que abarca mi habitación al completo). He vuelto algo triste a casa después de una tarde amena compartida con gente que me hace sentir estupendamente (y a la que después echo de menos tanto...) y para mantener la mente un poco ocupada (aunque por norma general me meto de lleno a luchar -para perder- contra mis demonios en lugar de esquivarlos) me he puesto a ordenar los apuntes, libros, folios, revistas, cables y un koala mañaco asesino (-¿Un koala mañaco asesino? -Sí, eso he dicho, ¿no sabes leer? Un koala mañaco asesino) que poblaban mi escritorio y algunas estanterías.
He tirado viejos billetes de tren, testigos de tantas ilusiones paseadas a trescientos kilómetros una y otra vez, he usado la técnica Mare-Nostrum para ordenar cuartos (esconder lo desordenado donde no se vea), me he deshecho de viejas revistas, y con ellas de una parte de mi vida, he guardado viejos apuntes (¿por qué siempre tengo la sensación de que es un error, de que mañana o la semana que viene los voy a necesitar, que ya hay cosas que necesito pero que he olvidado que están ahí?) y he recolocado todo lo recolocable.
Después he pasado la aspiradora por cada rincón, y ahora mi cuarto está ordenado, pero para mantener constante el desorden, he escrito esta entrada de forma algo retorcida (con muchos paréntesis -y guiones- por ahí, de forma que resulte no poco difícil olvidarse de la frase original), espero que os haya gustado y feliz "Día contra la entropía".

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