Hoy ha sido el Día contra la entropía en els Païssos Marcians (gran extensión geográfica que abarca mi habitación al completo). He vuelto algo triste a casa después de una tarde amena compartida con gente que me hace sentir estupendamente (y a la que después echo de menos tanto...) y para mantener la mente un poco ocupada (aunque por norma general me meto de lleno a luchar -para perder- contra mis demonios en lugar de esquivarlos) me he puesto a ordenar los apuntes, libros, folios, revistas, cables y un koala mañaco asesino (-¿Un koala mañaco asesino? -Sí, eso he dicho, ¿no sabes leer? Un koala mañaco asesino) que poblaban mi escritorio y algunas estanterías.
He tirado viejos billetes de tren, testigos de tantas ilusiones paseadas a trescientos kilómetros una y otra vez, he usado la técnica Mare-Nostrum para ordenar cuartos (esconder lo desordenado donde no se vea), me he deshecho de viejas revistas, y con ellas de una parte de mi vida, he guardado viejos apuntes (¿por qué siempre tengo la sensación de que es un error, de que mañana o la semana que viene los voy a necesitar, que ya hay cosas que necesito pero que he olvidado que están ahí?) y he recolocado todo lo recolocable.
Después he pasado la aspiradora por cada rincón, y ahora mi cuarto está ordenado, pero para mantener constante el desorden, he escrito esta entrada de forma algo retorcida (con muchos paréntesis -y guiones- por ahí, de forma que resulte no poco difícil olvidarse de la frase original), espero que os haya gustado y feliz "Día contra la entropía".
He tirado viejos billetes de tren, testigos de tantas ilusiones paseadas a trescientos kilómetros una y otra vez, he usado la técnica Mare-Nostrum para ordenar cuartos (esconder lo desordenado donde no se vea), me he deshecho de viejas revistas, y con ellas de una parte de mi vida, he guardado viejos apuntes (¿por qué siempre tengo la sensación de que es un error, de que mañana o la semana que viene los voy a necesitar, que ya hay cosas que necesito pero que he olvidado que están ahí?) y he recolocado todo lo recolocable.
Después he pasado la aspiradora por cada rincón, y ahora mi cuarto está ordenado, pero para mantener constante el desorden, he escrito esta entrada de forma algo retorcida (con muchos paréntesis -y guiones- por ahí, de forma que resulte no poco difícil olvidarse de la frase original), espero que os haya gustado y feliz "Día contra la entropía".
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