Zona LuPar (Esta mañana me he levantado...)

Hay un pequeño ente (en mi mente) con muy buena memoria para las viejas conversaciones, al que le gustan los números pares, quedarse de pie o sentada mientras está haciendo alguna cosa, los saltos de línea entre párrafos, beber cogiendo el vaso con las dos manitas, y los dibujitos y peluches graciosos. Cuanto más pequeños, mejor. No le gusta poner un plato sobre otro si están sucios, sentarse sobre una cama ya hecha, que respondan "ya ves truz" a sus "ya ves", ni la comida con trozos "no homogéneos".

Este pequeño ente ha cumplido 24 años hace exactamente una hora. Es un buen número, por razones obvias. También sé que será un buen año para ella, porque está aprendiendo y aprenderá a hacer un montón de cosas que le servirán para desarrollar los proyectos propios que siempre le ha gustado hacer.

Espero poder colaborar en ellos, porque es fantástico trabajar a su lado, ver cómo se ilusiona cuando algo empieza a tomar forma, animarla cuando sus ánimos flojean, demostrarle con el trabajo acabado que lo imposible es sólo una excusa para los que no creen en la magia. En su propia magia.

Y es que si de algo va sobrada esta perla es de magia, de la capacidad de imaginar nuevos mundos, de mejorar rápidamente para aprender y ampliar sus capacidades. A veces tanto, que asusta.

Su conocimiento del lenguaje es digno de admiración (y quienes me conocen, sabrán que esto significa que es una fuera de serie; es capaz de corregirme, y con esto lo digo todo). Además tiene un vocabulario riquísimo, conjugado con la siempre útil capacidad de no resultar pedante.

Tiene un gusto musical exquisito (en gran medida por sus conocimientos musicales, y en otra por su buen gusto estético en general), y es una chica-trivial: se puede hablar con ella de prácticamente cualquier tema.

A veces le asusta no dar la talla, porque es muy perfeccionista. Confieso que a mí me da rabia que confíe tan poco en sus posibilidades. La parte buena es que después siempre puedo demostrarle con los resultados de lo que hace que no tiene de qué preocuparse. Podría hacer lo que quisiera hacer, y lo haría estupendamente.

Risueña, despierta, inteligente, bonita y con una vertiente friki que negará hasta la tumba, la fantástica y pecosina Zona Lunar entra en un año par, compuesto de pares. Será un buen año, se lo prometo ;)

¡No dejéis de felicitarla si tenéis ocasión!