Estamos tirando a dar (por los tontos buenos tiempos) en otra vida.
El sábado pasado tuvimos concierto de Doctor Divago en Valencia, concretamente en "El loco". Les tenía muchas ganas, desde que me crucé con el Dr. Mongole (un tresdesero que estaba trabajando en hacerles el videoclip de la que se convertiría en mi tema favorito de su repertorio hasta la fecha) y me descubrió este grupo de sonido tan cuidado y letras llenas de reflexión, mimo, retruécanos y metáforas dignas de las mejores poesías.
Actualmente, quizá sólo necesitaría un compás de cualquiera de sus canciones para reconocer su firma sonora, siempre potente, audaz y con un punto de melancolía y cara dura. No sé muy bien por qué, la imagen mental que me viene muchas veces a la cabeza escuchando sus acordes con la melodía de la armónica de Chumi es la de un paseo en descapotable por algún puerto marítimo poco habitado.
Devolviendo mis neuronas al concierto, lo primero que necesitaría destacar para describir un poco la situación es la incombustibilidad de los miembros del grupo. Dos horas y pico de música continuada, con apenas pausas para lo que dura un pequeño trago, de canciones con mucha caña y mucho trabajo vocal. No sé si uno puede sentir agotamiento ajeno, pero algo parecido sentía cuando pensaba en la garganta de Manolo después del enésimo round (no iba a faltar mi propia referencia pujilística ;)). Para estar acorde a las circunstancias, tengo la sensación de que no dejé de batir palmas en ningún momento durante la actuación. Las manos, los pies, el cuerpo se me iba solo detrás de esos ritmos tan sugerentes.
Como músico, aparte de lo ya comentado acerca de sus melodías y tonalidades, no dejaron de sorprenderme con algunos trucos que no había visto nunca, como el "efecto vocoder" en vivo sólo con la ayuda de una mano, y unas cuantas virguerías de batería, bajo, guitarra y percusión (hablando de incombustibilidades, pedazo de solo que se marcó Asensio "Wally" antes del primer bis).
[Inciso para divagación: Asensio es un nombre sin sentido?]
Como punto ligeramente negativo, no entiendo por qué en la mayoría de pubs de concierto quienes ajustan la mezcla de sonido se pasan de volumen (haciendo que esté todo cerca de la saturación o, como poco, ocasionando que se pierda la nitidez de sonido que es tan destacable en grupos como éste). Entre eso y habernos sentado cerca de uno de los altavoces, me pasé el resto de la noche con un pitido terrible en el oído izquierdo. Lo de la voz medio afónica ya fue más culpa mía, por cantar -más bien gritar- las letras de los temas que me sabía, y tratando de adivinar la de unos cuantos que desconocía.
Tanto el comienzo como el final del concierto fueron tan raros como fantásticos; al llegar y saludar a Manolo (que estaba esperando en el pasillo de entrada del pub antes de empezar) no sólo sabe quién soy, sino que se acuerda de mi nick, por un comentario hecho en su blog siglos atrás. Eso sí que es un golpe de efecto.
Quedamos en que después del concierto le asediaríamos un poco para pedirle un autógrafo así que, después del concierto, estuvimos esperando a la salida para cumplir nuestra palabra. Aproveché para comprar un ejemplar de "Un minuto antes de la realidad", que es el disco donde estaba mi tema favorito (y cuya caja, por cierto, parecía haberse caído en una marmita de colonia cuando era pequeña, o algo). Y como quiera que no salían, y que
Entramos en (o casi más cercano a la realidad: asaltamos) el camerino y nos deshicimos de toda la carga de elogios que llevábamos reservando durante toda la noche. No sólo no parecían cansados, sino que aguantaron estoicamente con una amabilidad tremenda un buen rato de cháchara sobre los gamusinos y las peonzas, que si en Castellón la cosa está chunga para encontrar un garito donde tocar, que si Mongole acababa de estar por allí y no lo conocí en persona por el canto de un duro, que si Wally se había caído por el agujero del wáter...
Al final, antes de desearnos mutuamente suerte en nuestras trayectorias y ojalás que volvamos a vernos, nos hicimos una foto (en la que Wally no salió, y cuyo título oficial es "¿Dónde está Wally?") y, ya exhaustos, nos fuimos sonrientes hacia el hotel aullando a Dios en cada farola. No pongo fotos porque la calidad es bastante cutre: cámara de móvil con poca luz... el valor es más bien sentimental porque yo sé quiénes son los manchurrones azules de la foto :D
Fue una gran noche, de las que se atesoran para los momentos bajos. Actualmente tengo su CD ambientando musicalmente mi coche. La caja también, en su acepción más olfativa.
5 comentarios:
Hola. El del local no era tal, era yo mismo. Alegrándome de que disfrutarais.
:D Pues te debiste de alegrar mucho.
Por cierto, ya han encontrado a Dios (por el lóbulo parietal andaba):
http://scienceblogs.com/pharyngula/2008/05/think_about_it.php
¿Qué haces aún aquí? ¡Ale a componer!
Estaba pensando en lo hermoso que es, cuando tienes muchas ganas de que ocurra algo (como tener la oportunidad de estar en un concierto de esta gente), que las cosas salgan tal y como lo habías imaginado.
Y el mérito que tiene quien lo haga posible :) No es mal piropo para los chicos de Doctor Divago ;)
Hola Mars. He llegado a tí tras leer comentarios tuyos muy buenos acerca de Nacho, en su blog. Yo era amiga suya también, no de Castellón, yo soy de Cartagena.
Si quieres agregame y hablamos, él, al igual que a mi y a mucha gente, dejó muchos recuerdos que hoy, tras haber pasado casi 3 años, son difíciles de borrar, es más, ni quiero borrarlos.
Agregada quedas :) Me cargo tu último comentario, no es buena idea publicar direcciones en internet a menos que quieras que te manden mensajes de viagra hasta el día del Juicio Final a las seis.
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