15.12.24

Envenenada

No siempre una herencia es buena,
como la que nos legó Freud,
o los Mengele de turno,
así que venid aquí, oíd:

La ciencia a veces da pena,
y hay que limpiarla de hollín;
algunos saben; tú, no,
y te la cuelan fácil así.

La cúrcuma de tu abuela
no es magia cual la de Merlín.
Otra vez no es más que humo
de charlatanerías sin fín.

Y como ese ejemplo, cuelan
de pseudociencias, veinte mil.
Para señalarlas, uno
vive en un eterno sinvivir.


Esta entrada participa en la iniciativa Café Hypatia.

1 comentario:

Nuria de Espinosa dijo...

Tu magnífico poema expresa una crítica a la forma en que algunas ideas científicas o pseudocientíficas se han heredado a lo largo del tiempo, sin un análisis crítico suficiente. A través de ejemplos como Freud o Mengele, señalas cómo no toda herencia científica es positiva, y cómo a veces las creencias falsas, como el uso exagerado de la cúrcuma o las pseudociencias, se transmiten sin cuestionamiento. También subraya la importancia de discernir entre ciencia válida y charlatanería, aunque hacerlo implique vivir en constante alerta ante la desinformación.
Excelente.
Un placer leerte.
Saludos