15.7.23

Alguien vs. Predator

A simple vista, el objetivo no se encontraba allí.

En el corazón de la jungla, el rumor del viento mecía las hojas más altas, pero era incapaz de llegar hasta la soporífera y densa atmósfera de allá abajo. Con un movimiento ágil sobre su interfaz de muñeca, pasó a imagen de movimiento.

Ahora ese follaje alto destacaba en amarillo contra una balsa de azul. Nada.

Pasó a infrarrojos, para intentar detectar su calor corporal. Las plantas destacaban sutilmente del suelo, y descubrió algún pequeño primate curioseando en las ramas más altas, pero ni rastro del objetivo.

Quizá se había camuflado con barro.

Pasó a ultravioleta, y la explosión de tonalidades de las flores reclamando la atención de los polinizadores le disuadió rápido de que fuera a poder encontrar nada evidente entre tanto ruido. Hizo un último intento con rayos X, tan infructuoso como el anterior. Ni rastro.

Era buena cosa que Predator no andara por allí, puesto que la suya era una delicada y frágil especie con la que había que ir con cuidado de no acabar por un descuido. Ahora ya podía seguir explorando tranquilamente aquel rincón de la selva a machetazo limpio.


Este microrrelato participa de la iniciativa Café Hypatia