27.4.20

Anhedonia

Sabía de la condición patológica de algunos individuos por la cual no podían sentir dolor, como la insensibilidad congénita al dolor con anhidrosis. Sabía que las personas con esta afectación tenían una esperanza de vida ostensiblemente menor, por el importante papel que el dolor suponía a la hora de alertar de que algo va mal en el cuerpo y que se puedan tomar medidas correctivas al respecto.

Pero su problema era ligeramente distinto, pues en cierto modo sí tenía la capacidad de sentir dolor, o al menos interpretar como tal ciertos procesos internos. Su situación era más similar a la que se definía como anhedonia, la condición psicológica de ser incapaz de experimentar placer, conllevando una pérdida de interés o satisfacción en toda actividad.

¿Cómo iba a poder ser un ser completo, pues, si no era capaz de experimentar placer? ¿Iba a mantener su funcionalidad y eficacia en las tareas encomendadas si no encontraba ningún interés ni satisfacción en ellas? ¿Terminaría en algún tipo de depresión que desembocara en una autoterminación fatal a pesar de sus principios?

En cuanto la experta en positrónica entró en la habitación, el androide le expresó su preocupación sin ambages: «Susan, para el correcto desempeño de mis tareas y mi desarrollo como persona sintética necesito poder experimentar placer».


Esta entrada participa en la iniciativa Divagacionistas.

15.4.20

El hombre total

Supo de todo
cuando aún se podía.
El hombre total.


Este sciku participa en la iniciativa Café Hypatia.