Opuestos complementarios que no tendrían sentido el uno sin el otro. El Yin y el Yang, agua y fuego... podía haber estirado el chicle, pero me tira el minimalismo.
Haciendo una reflexión más profunda creo que el texto "Todo o nada, abierto o cerrado, unos o ceros" corto o largo, refleja una visión binaria del mundo, que resulta simplificadora pero, a la vez, profundamente reveladora. Vivimos en una realidad en la que muchas veces se nos exige tomar decisiones extremas, sin matices. La idea de "unos o ceros" nos remite al lenguaje de las máquinas, la base de la tecnología y de los sistemas informáticos, que operan bajo esa lógica. Sin embargo, me hace pensar en cómo esta mentalidad binaria se ha extendido también a la forma en que percibimos y enfrentamos la vida. Nos condiciona a pensar que solo existen dos opciones: el éxito o el fracaso, lo correcto o lo incorrecto, cuando en realidad el mundo es mucho más complejo y lleno de gradaciones. A veces, esta manera de ver las cosas nos impide explorar los matices, la riqueza que hay en los grises, en los puntos intermedios. Aunque en la tecnología este enfoque es eficiente, en la vida humana puede resultar limitante. Creo que es importante cuestionar esa rigidez y buscar siempre lo que hay entre los extremos, porque es allí donde encontramos lo más auténtico y lo más humano. Saludos
Haciendo una reflexión más profunda creo que el texto "Todo o nada, abierto o cerrado, unos o ceros" corto o largo, refleja una visión binaria del mundo, que resulta simplificadora pero, a la vez, profundamente reveladora. Vivimos en una realidad en la que muchas veces se nos exige tomar decisiones extremas, sin matices. La idea de "unos o ceros" nos remite al lenguaje de las máquinas, la base de la tecnología y de los sistemas informáticos, que operan bajo esa lógica. Sin embargo, me hace pensar en cómo esta mentalidad binaria se ha extendido también a la forma en que percibimos y enfrentamos la vida. Nos condiciona a pensar que solo existen dos opciones: el éxito o el fracaso, lo correcto o lo incorrecto, cuando en realidad el mundo es mucho más complejo y lleno de gradaciones. A veces, esta manera de ver las cosas nos impide explorar los matices, la riqueza que hay en los grises, en los puntos intermedios. Aunque en la tecnología este enfoque es eficiente, en la vida humana puede resultar limitante. Creo que es importante cuestionar esa rigidez y buscar siempre lo que hay entre los extremos, porque es allí donde encontramos lo más auténtico y lo más humano. Saludos
Pensé en ello mientras lo escribía, pero paradójicamente, con el número suficiente de unos y ceros puedes representar cualquier gradación que sea necesaria.
8 comentarios:
Toda una contradicción. Como el bien o el mal. La noche y el día. Saludos
Opuestos complementarios que no tendrían sentido el uno sin el otro. El Yin y el Yang, agua y fuego... podía haber estirado el chicle, pero me tira el minimalismo.
Haciendo una reflexión más profunda creo que el texto "Todo o nada, abierto o cerrado, unos o ceros" corto o largo, refleja una visión binaria del mundo, que resulta simplificadora pero, a la vez, profundamente reveladora. Vivimos en una realidad en la que muchas veces se nos exige tomar decisiones extremas, sin matices. La idea de "unos o ceros" nos remite al lenguaje de las máquinas, la base de la tecnología y de los sistemas informáticos, que operan bajo esa lógica. Sin embargo, me hace pensar en cómo esta mentalidad binaria se ha extendido también a la forma en que percibimos y enfrentamos la vida. Nos condiciona a pensar que solo existen dos opciones: el éxito o el fracaso, lo correcto o lo incorrecto, cuando en realidad el mundo es mucho más complejo y lleno de gradaciones. A veces, esta manera de ver las cosas nos impide explorar los matices, la riqueza que hay en los grises, en los puntos intermedios. Aunque en la tecnología este enfoque es eficiente, en la vida humana puede resultar limitante. Creo que es importante cuestionar esa rigidez y buscar siempre lo que hay entre los extremos, porque es allí donde encontramos lo más auténtico y lo más humano. Saludos
Perdón, no sé porque sale mi comentario como anónimo.
Nuria de Espinosa
Probando 😊
No sé cuál era el problema....
Haciendo una reflexión más profunda creo que el texto "Todo o nada, abierto o cerrado, unos o ceros" corto o largo, refleja una visión binaria del mundo, que resulta simplificadora pero, a la vez, profundamente reveladora. Vivimos en una realidad en la que muchas veces se nos exige tomar decisiones extremas, sin matices. La idea de "unos o ceros" nos remite al lenguaje de las máquinas, la base de la tecnología y de los sistemas informáticos, que operan bajo esa lógica. Sin embargo, me hace pensar en cómo esta mentalidad binaria se ha extendido también a la forma en que percibimos y enfrentamos la vida. Nos condiciona a pensar que solo existen dos opciones: el éxito o el fracaso, lo correcto o lo incorrecto, cuando en realidad el mundo es mucho más complejo y lleno de gradaciones. A veces, esta manera de ver las cosas nos impide explorar los matices, la riqueza que hay en los grises, en los puntos intermedios. Aunque en la tecnología este enfoque es eficiente, en la vida humana puede resultar limitante. Creo que es importante cuestionar esa rigidez y buscar siempre lo que hay entre los extremos, porque es allí donde encontramos lo más auténtico y lo más humano. Saludos
Ahora sí, jeje 😊😊
Pensé en ello mientras lo escribía, pero paradójicamente, con el número suficiente de unos y ceros puedes representar cualquier gradación que sea necesaria.
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