30.9.24

A las puertas

Las decenas de fundíbulos restañan el aire al latiguear su pesada carga en dirección a los torreones por donde se intuye la sombra de Vlad paseando tras sus ventanucos. En el silencio que precede al ocaso, con los pocos animales salvajes espantados por los ruidos, las rocas silban amenazadoras. Ninguna consigue acercarse siquiera a los altos muros del castillo. Han calculado mal sus fuerzas, y la sobrenatural defensa de la fortificación les ha retenido más de lo esperado. El sol se pone, y justo cuando el primero de los atacantes se percata y echa a correr hacia la seguridad del bosque, una nube de oscuridad surge de uno de los ventanucos del torreón. El pequeño ejército del castillo se repliega: ya no necesitan hacer nada más. Gritos desgarradores inundan el ambiente. En unos minutos, todo habrá acabado y las bajas habrán sido repuestas con sangre nueva, nunca mejor dicho.

Pero la inmortalidad no les será eterna; mil años después –un suspiro para lo que podría haber sido–, el Príncipe de la Oscuridad es el último de su estirpe. La crisis climática ha complicado las cosas tanto para su principal fuente de alimento como para ellos mismos. Los humanos han sido diezmados una y otra vez, y prácticamente todos viven en una decena de macrociudades amuralladas distribuidas por todo el mundo, fuertemente defendidas para evitar el vandalismo de los forajidos que subsisten de intentar rapiñear a los cada vez menos pudientes. La radicalización de la distribución desigual de la riqueza está en su cénit, y un campo de fuerza en la puerta de entrada separa a los que vivirán de los que morirán.

Drácula ha conseguido infiltrarse en algunas de las otras macrociudades, pero sigue sin conseguir que le inviten a entrar en esta, y sus energías ya son escasas. En un último brillo de consciencia, piensa que toda su vida ha sido una burlesca y monótona sucesión de la misma rima, solo intercambiando de qué lado de la puerta se situaba. En unos minutos, todo habrá acabado.


Este microrrelato participa en la iniciativa Divagacionistas.

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