28.9.20

En un instante

Es en solo un instante en el que se inician las reacciones nucleares en cadena, destruyendo todo aquello que se cruza por delante de la rápida expansión de energía.


Es solo en un instante en el que se desmorona un imperio, se pierde una guerra, se quiebran las más altas torres. En el que hace contacto el botón rojo con el circuito. En el que el electrón hace saltar la chispa que lo detonará todo.


En solo un instante es en el que se pasa de ser a no ser jamás de nuevo, de estar a ya no volver a estar nunca. El chasquido de un arma, la colisión de un coche, el impacto de una cabeza llegando al asfalto tras una larga caída, el apagado final en el fondo de una piscina.


En solo una billonésima de segundo se separa todo un curso distinto de acontecimientos en el Cosmos, en el Universo se decide qué conformará la realidad que seguirá evolucionando a partir de un cierto punto.


Pero, esta vez, no pasó nada relevante. Todo siguió un rato más como estaba. No hubo nada que contar. De hecho, que no pasara nada pasaba a menudo, pero la gente tampoco se daba mucha cuenta.



Esta entrada participa en la iniciativa Divagacionistas.

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